domingo, 7 de febrero de 2016

Más vale prevenir que curar

     El otro día hablaba con una madre de tres hijos. Me gusta siempre saber cómo se las apañan otros padres, no solo con temas como la logística, sino también con otros temas más sensibles y como por ejemplo las noticias de la actualidad del día a día.
     Llevamos una temporada que tanto la actualidad nacional como la internacional vienen cargadas de  noticias con gran repercusión mediática. Tanto es así, que una vez su hijo de 7 años llegó a casa preguntando a su madre si quería cambiar de presidente del Gobierno. Algo parecido pasó con los atentados de París. Son cosas que salen en las noticias y que por lo tanto un niño de esa edad no tiene por qué saber, no le interesan y no le aportan nada. Pero como no estamos todo el día con nuestro hijo ¿cómo sabemos si sus amigos del colegio conocen esas noticias? ¿Cómo sabemos si lo que le está explicando su amigo es verdad, o si coincide con los principios y valores que yo le quiero transmitir a mi hijo?
     Esta madre  habló con su marido del tema. Llegaron a la conclusión de que a partir de ahora, aquellos temas con gran repercusión social y mediática, los hablarían con su hijo, se lo explicaría de manera sencilla, para que lo entendiera, y sobre todo, para asegurarse de que su hijo se enteraría de esos temas tan delicados de mano de sus padres. Su hijo las interpretaría correctamente, y podrían responder en el momento a las preguntas que les hiciese. Eso sí, escuchando.

     Es muy importante que filtremos la gran cantidad de información que fluye en nuestro día a día y que inevitablemente, a veces llega también a nuestros hijos. Ellos no tienen aún la madurez para poder tener espíritu crítico. Un vez más, la comunicación constante, es protagonista en la educación de nuestros hijos. Aunque a veces nos parezca que no es eficaz, sí que lo es.

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