El otro
día fuimos a visitar unos amigos, que tienen hijos de la edad de los nuestros.
Hablando con el mayor de sus amigos del cole, me dijo que los padres de un
amigo de clase estaban separados.
Muchos
de nosotros, papás y mamás, podemos pensar que estamos lejos de eso, y que es
una exageración, o que no hay ningún riesgo de ese tipo, pero… ¿nos conformamos
con eso? Es decir, si nuestro hijo se siente triste o inseguro si llegáramos a
separarnos, ¿no creéis que para que nuestros hijos se sientan más seguros,
estén más tranquilos y estén mucho más estables, habrá que quererse entre
vosotros papás? A veces, nuestros hijos, tienen la mala suerte de que nos ven
sólo cuando llegamos del trabajo, o el fin de semana, pero ¿nos ven nuestros
hijos querernos? ¿Ven a sus padres darse un beso cuando llegan de casa o salen
a la calle? ¿Nos ven darnos un abrazo de vez en cuando (debería ser casi todos
los días)? ¿Os ven hablarnos con respeto y educación? ¿Nos ven siendo
agradables entre nosotros, dándonos las gracias por favores, y pidiendo las
cosas por favor, como nosotros les pedimos que hagan ellos?
Una vez
más, manda el sentido común, es decir, si queremos que nuestros hijos nos
quieran, quieran a sus hermanos, nos hablen con educación a nosotros y a sus
hermanos, pues que vean que sus padres lo hacen. Predicar con el ejemplo, o si
lo preferís, no tirar por tierra con nuestro ejemplo, lo que le pedimos de
palabra.
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