domingo, 3 de agosto de 2014

Entender y Obedecer

     Mi tío y amigo Ángel, vuelve a echarme una mano. Os relato tal cual su escrito. Espero que os guste y sobretodo, que os sirva. Gracias otra vez Ángel.



     Esta vez se trata por el equilibrio que creo se debe lograr entre estos dos objetivos (Entender y obedecer):
  • Reconocer y manifestar la dignidad de cada hijo: es una persona, y por lo tanto importante, que merece ser atendida, valorada y querida. Además para sus padres no solo es una persona es su hijo y ocupa un lugar esencial en su vida y en su misión de padre o madre.
  • Evitar "endiosar" al hijo, es decir, que el niño se pueda creer que es el centro de su mundo, el más importante, el "único"
     Para lograr este equilibrio hay que tratarle siempre con respeto, sin gritos y por supuesto sin violencia. Hay que escucharle con atención.
Pero al mismo tiempo hay que enseñarle y exigirle que él trate también con respeto, sin gritar, sin interrumpir caprichosamente las conversaciones de los demás, y que sepa escuchar a los demás.

     Sobre la famosa frase "cuando seas padre comerás huevos" mi opinión es que está fuera de lugar en la educación (debe ser de la posguerra). Sin embargo el niño sí debe aprender que, en las relaciones entre las personas, sí existe una jerarquía en el trato: los padres, profesores, ancianos y en general adultos ocupan un lugar preferente. Esta jerarquía bien entendida y aplicada no va contra la dignidad del niño, sino que le educa y le hace más capaz de valorar a las otras personas y ser más generoso y desprendido de sí mismo.

     Por último sobre lo de regañar y corregir con violencia: lo dejo para otro día pues se me hace tarde...

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