Me llama mucho la atención que niños, repito,
niños cada vez más pequeños tengan móvil, e incluso Tableta propia, con conexión
de datos incluida.
No podemos establecer un límite de edad como
si de un problema matemático se tratara, pero intentaré analizar la situación
utilizando como siempre, el sentido común.
Debemos tener en cuenta que los tiempos han
cambiado, pero a la vez no podemos utilizar este argumento para justificar todo
lo que hacemos con nuestros hijos. Debemos reflexionar si las decisiones que
tomamos para nuestros hijos son lo mejor para ellos, corran los tiempos que
corran. Quiero decir, que aunque “todo el mundo” haga algo, como comprar un
móvil a su hijo, no debe ser un argumento para comprarle un móvil al nuestro.
Una primera regla general, un primer filtro
que podríamos establecer por ejemplo en el caso del móvil sería la siguiente.
¿Es mi hijo un niño todavía? Por ejemplo, el otro día, celebrando un cumpleaños
en una piscina de bolas, la hermana de un amigo de mi hijo, apareció por allí
con su móvil y con su Tableta, ambos con conexión a Internet. Podría decir la
edad que tenía, pero prefiero decir que no paraba de insistir a su madre para
que la dejara pasar a la piscina de bolas. Pues a eso me refiero. Algo así
debería de valer como motivo para saber que aún es una niña y no debería tener
móvil. Lo mismo pasaría si le diera miedo dormir con la luz apagada, o si se
hace pis en la cama, etc. No os lo toméis al pie de la letra y sed sinceros con
vosotros y con vuestros hijos.
¿Por qué debemos asegurarnos de que ya no es
un niño? Porque el móvil cuesta dinero (aunque sea antiguo) y es una
responsabilidad, porque no sabemos a quién puede llamar, o no sabemos quién les
puede llamar, porque si tiene Internet no sabemos en qué paginas puede entrar,
o con quien puede chatear (eso siempre que nos importen algunos principios
básicos que queramos transmitir a nuestros hijos). Y si lo que queremos es
controlar a nuestro hijo o hija, existen otras alternativas. Por ejemplo hay
móviles muy sencillos, sin posibilidad de conexión a Internet, que pueden ser
un primer paso.
En general ,deberemos saber de antemano, siempre
con cierto riesgo, que nuestro hijo tiene el grado de madurez suficiente para
que haga un uso responsable del móvil. El otro día, había una madre con sus dos
hijos buscando en la basura que ya habían tirado, porque creían haber tirado una
consola de vídeo juegos de mano (mínimo 100 €) sin querer, claro está. Está
claro que no nos demos cuenta, pero a veces les asignamos a nuestros hijos más
responsabilidades de las que son capaces de responder, pero por la sencilla
razón de que son sólo niños.
Por lo tanto, las nuevas tecnologías no son
malas, ni muchísimo menos, pero hay que hacer buen uso de ellas y tener siempre
el control sobre ellas haciendo un uso responsable, primero nosotros, y luego
nuestros hijos, siguiendo nuestro ejemplo y siempre que estén preparados para
ello.
Montaríais
a caballo sin riendas? Pues de la misma manera vuestros hijos necesitan esas
riendas para que les guiéis por el buen camino, al menos, para que sepan cual
es el malo.