miércoles, 13 de agosto de 2014

Papá, mamá ¿jugáis conmigo?

     
     ¿Cuántas veces nos han dicho ya estas vacaciones esta pregunta nuestros hijos?  Seguro que casi todos los días. ¿qué es lo que hacemos nosotros? Yo por lo menos estoy de vacaciones, y no quiero que me molesten, ni que nadie perturbe mi descanso…
Para empezar, que sepáis que descansar no consiste en no hacer nada (Ver la TV, por ejemplo) sino cambiar de ocupación, como leer, hacer crucigramas, sudokus, maquetas, papiroflexia, punto de cruz, soldados de plomo, prácticas de albañilería en casa, aprender Chino…Yo qué sé. Pero os aseguro que una de las actividades que más nos van a descansar es jugar con nuestros hijos. Probadlo.


     Por otro lado, y pensando un poco más en ellos, he podido comprobar cómo en familias donde uno de los dos padres juega más con el hijo, es con ese padre/madre, con el que el hijo se le ve más unido. Es pura lógica una vez más… Uno de los recuerdos más agradables y satisfactorios que guardo de mi infancia y juventud, es cuando jugaba con mi padre a encestar la pelota de tenis en el paragüero del pasillo. Era auténtica competitividad, ¡vaya partidos”. Ya de más mayor, con 18-20 años, nos pasamos al pingpong, en el que venían vecinos a vernos jugar, sudando como profesionales y  dándolo todo. Ya con 25 años, recuerdo que fuimos al concierto de Paul McCartney, por ejemplo.  Esto no es casualidad. Vuelve a ser actuar con sentido común.

     Es posible que nunca recuerde muchas otras cosas de mi padre, y que el día que se vaya al cielo, agradeceré mucho más estos momentos. También es posible que en lugar de jugar al pingpong o encestar la pelota de tenis conmigo, prefiriera hacer cualquier otra de las cosas que le gustaban, como tocar la guitarra. No quiero entrar en sentimentalismos. Sólo quiero deciros, que aprovechéis estos días para estar un rato con vuestros hijos, y jugando con ellos, es la mejor forma de dedicarles vuestro tiempo y atención, que es lo que quieren, tengan la edad que tengan.

     ¿A qué jugáis?: hundir la flota, 3 en raya, chinos, sudoku, cartas, fútbol, billar, dardos, minigolf, volar una cometa, castillos y figuras de arena, crucigramas, ajedrez, montar en bici, comiditas, ir de compras, poner una tienda en el pasillo, etc, etc, etc. Cualquiera que implique tiempo y atención, recordadlo.


     Ganadle esta batalla a la pereza y jugad con vuestros hijos, ¡vale la pena!

domingo, 3 de agosto de 2014

Entender y Obedecer

     Mi tío y amigo Ángel, vuelve a echarme una mano. Os relato tal cual su escrito. Espero que os guste y sobretodo, que os sirva. Gracias otra vez Ángel.



     Esta vez se trata por el equilibrio que creo se debe lograr entre estos dos objetivos (Entender y obedecer):
  • Reconocer y manifestar la dignidad de cada hijo: es una persona, y por lo tanto importante, que merece ser atendida, valorada y querida. Además para sus padres no solo es una persona es su hijo y ocupa un lugar esencial en su vida y en su misión de padre o madre.
  • Evitar "endiosar" al hijo, es decir, que el niño se pueda creer que es el centro de su mundo, el más importante, el "único"
     Para lograr este equilibrio hay que tratarle siempre con respeto, sin gritos y por supuesto sin violencia. Hay que escucharle con atención.
Pero al mismo tiempo hay que enseñarle y exigirle que él trate también con respeto, sin gritar, sin interrumpir caprichosamente las conversaciones de los demás, y que sepa escuchar a los demás.

     Sobre la famosa frase "cuando seas padre comerás huevos" mi opinión es que está fuera de lugar en la educación (debe ser de la posguerra). Sin embargo el niño sí debe aprender que, en las relaciones entre las personas, sí existe una jerarquía en el trato: los padres, profesores, ancianos y en general adultos ocupan un lugar preferente. Esta jerarquía bien entendida y aplicada no va contra la dignidad del niño, sino que le educa y le hace más capaz de valorar a las otras personas y ser más generoso y desprendido de sí mismo.

     Por último sobre lo de regañar y corregir con violencia: lo dejo para otro día pues se me hace tarde...